Nadie puede negarle a un par la posibilidad de trabajar si es algo que depende de apenas unos permisos y reglamentos como en cualquier labor de temporada.
Detrás de esta premisa cuasi ética, un tal Ochoa y no más de cinco personas comenzaron el año jugando sucio para la oposición en el partido de La Costa y reclamaron con métodos que hasta llamaron al escrache hacia el supuesto nuevo Intendente municipal para conseguir permisos y poder operar los puestos de venta playera que perdieron por incumplimientos y falta reiterada en los pago.
Sin medias tintas, Ochoa se ocupo de difundir el domicilio en el cual vive el recientemente electo intendente Cristian Cardozo convocando a vendedores a reclamar allí y no en el municipio como debería ser.
“La venta de playa se manejaba por concesión, Juan Pablo de Jesús (ex intendente y actual diputado) decidió que sea para todos, lo reglamentó mediante una ordenanza y no hay dos facciones de vendedores ya que somos todos uno”, dejaron trascender ante este medio algunos vendedores consultados.
Ochoa llevaba 5 años de incumplimientos y además se presentó a reclamar un lugar con la temporada en marcha y con la exigencia de que para tener lugar, otro que responsablemente siguió las normativas, deba esperar al verano entrante y se quede sin trabajo en este.
“No hay necesidad, hay agitación violenta y juega para la oposición”, afirman quienes lo conocen en la zona sur del Partido de La Costa.
En tanto los desmanejos de Ochoa ya están bien identificados y mientras continúe así, no tendrá retorno ya que las playas sin el están tranquilas y si conflictos.